Este es un tema, como muchos otros, lleno de mitos y dudas. Pero según los profesionales del vino, si el consumo va a darse de forma inmediata, en algunos días o no más de tres semanas, el vino puede permanecer en posición vertical. Pero, si por el contrario, el vino será almacenado o guardado indefinidamente, entonces los sommeliers, enólogos y bodegueros comparten la opinión de que las botellas deben colocarse separadas entre ellas, para poder manipular una en específico sin tener que mover las demás, y deben estar en posición horizontal para que el vino se mantenga en contacto con el corcho. Esto para evitar que el tapón de corcho se reseque, pierda humedad, reduzca su tamaño y le entre aire, estropeando y avinagrando el vino. Eso sí, se recomienda que siempre tenga una pequeña inclinación para que los posos se queden en el fondo de la botella.
En el caso de los vinos espumosos o los que están sellados con tapón inerte (corcho sintético o cierre de rosca), no tienen este inconveniente del corcho tradicional por lo que esta regla de almacenamiento no les afecta.
Por otro lado, según estudios científicos, aclaran que el nivel de humedad interno en una botella es de casi un 100% lo que nunca permitirá que se reseque el corcho. Según estos estudios, el almacenar las botellas horizontalmente es un mito basado en la falsa creencia de que el corcho se seca en posición vertical.
Además afirman que guardarlas en posición horizontal estropea antes el vino, pues el corcho debe estar húmedo, no mojado, para mantener su flexibilidad y durabilidad. El corcho mojado durante mucho tiempo reduce su tamaño, acelerando el debilitamiento de la estructura celular del corcho, creando filtraciones y estropeando el vino.
¿A ustedes qué les parece más lógico, guardar las botellas de forma horizontal o vertical siguiendo las nuevas tendencias? Coméntanos tu opinión en los comentarios.